Matrix 4: Resurrecciones se estrenó este viernes 28 de enero en HBO Max en Latinoamérica, a poco tiempo de su paso por los cines del mundo cine y por la plataforma de WarnerMedia en Estados Unidos, logrando una baja recepción de público y espectadores en las salas. El film reúne nuevamente a Keanu Reeves y Carrie-Anne Moss como a los icónicos Neo y Trinity, en una nueva aventura con acción de escala épica. Pero ¿por qué ver o no ver la cuarta entrega de la exitosa franquicia?

Tal como publicara CONOCEDORES.com®, y como ha ocurrido con otras producciones de Warner Bros. como “Dune” y “Spae Jam”, “Matrix 4: Resurrecciones” desembarcó este viernes en HBO Max Latinoamérica, llegando al streaming, poco más de un mes después de su debut en salas.

Dirigida por Lana Wachowski, la cuarta entrega de la franquicia, trae de regreso a Keanu Reeves en su papel de Neo y a Carrie-Anne Moss en su papel de Trinity y se ambienta en un mundo compuesto por dos realidades: lo cotidiano y lo oculto tras ella, en una continuación de la historia establecida en la primera película de Matrix (1999).

El protagonista de “Matrix 4” se ve embarcado en una nueva misión que lo lleva tomar decisiones que continúan siendo la vía de acceso a Matrix, que esta vez es más poderosa que en ocasiones anteriores.

Así, más de 20 años después del lanzamiento original de la primera película, en la nueva entrega de la franquicia, Neo y Trinity expanden su historia, en una nueva aventura cinematográfica alucinante con acción y escala épica, donde la realidad seguirá siendo subjetiva y para ver la verdad será necesario liberar la mente.

Específicamente, “Resurrecciones” llegó 18 años después del lanzamiento de las secuelas “Matrix Reloaded” y “Matrix Revolutions”, y 22 años después del lanzamiento de la franquicia con “Matrix”. Está ambientada 20 años después de los eventos de “Revolutions” y encuentra a Neo viviendo una vida aparentemente ordinaria como Thomas A. Anderson en San Francisco, donde su terapeuta le receta pastillas azules.

Es que Neo sigue súper confundido por los sueños que lo están persiguiendo, pero pronto se dará cuenta que no son solo sueños, sino que realmente son realidad y que tendrá que regresar a liberar una batalla para poder salvar y liberar a la humanidad y reencontrarse con Trinity.

¿Por qué ver “Matrix 4: Resurrecciones”?

Porque es una continuación de la exitosa franquicia Matrix, que trajo por primera vez a la pantalla grande, la filosófica premisa del mundo conocido como una realidad virtual creada para enmascarar la verdadera opresión de las máquinas y de la inteligencia artificial sobre la humanidad, también impuso íconos, frases y modos de ver y hacer acción en la ficción que trascendieron su tiempo.

Porque, además, ayudó a definir la cultura pop en el cambio de siglo, ahora está de regreso para una continuación y extensión de la película original. Ahora, con la intensidad que caracteriza a las producciones de las Wachowski, el film pone especial atención en reírse de sí misma y se burla del valor de la nostalgia.

También porque se permite jugar más a fondo con temas como el amor, la toma de decisiones, el peligro de las redes sociales, pero en especial se burla de muchas situaciones dentro de la industria del entretenimiento actual. Consciente de su valor e importancia en las últimas dos décadas, la directora juega con eso de manera provocativa.

Porque “Matrix 4: Resurrecciones” se estrenó prometiendo mucha acción para cubrir sus realidades, suspenso y muchos efectos especiales; pero, sobre todo, una historia que pretendía volver a dejar pensando al espectador si es real lo que se está viendo o si se viviendo en La Matrix.

Y porque Lana Wachowski dirigió Matrix Resurrections a partir de un guión que escribió con David Mitchell y Aleksandar Hemon. Jada Pinkett Smith repite su papel de Niobe, con Christina Ricci, Jessica Henwick, Jonathan Groff, Priyanka Chopra Jonas y Neil Patrick Harris entre las nuevas incorporaciones al elenco.

¿Por qué no ver “Matrix 4: Resurrecciones”?

Porque la trilogía había tenido un cierre concreto y porque ya las secuelas de la cinta original quizás estaban demás. Porque se estiró una película que se convirtió en un clásico de la ciencia ficción y sus siguientes entregas nunca lograron dar la talla, y “Matrix 4: Resurrecciones”, no es la excepción y quedó fuera de tiempo de la innovadora historia original.

Porque si bien la trama original era prometedora, a los pocos minutos se cae a pedazos y la esperada profundidad filosófica de la película de 1999, se reduce solamente a la historia de amor entre Neo y Trinity, que es tan fuerte dentro del relato, sólo prevalece la Matrix en tanto ambos puedan salir juntos de ella.

Porque el guion es débil, le falta profundidad, que termina desaprovechando el significado simbólico que tiene la Matrix con un Romeo y una Julieta en trajes de cuero negro. Porque cuenta con una narración empobrecida, que reduce la fuerza existencial del inicio solo a una historia de amor y porque presenta muchas escenas y giros que carecen de sentido.

Porque los diálogos son confusos, abusa de términos encriptados, intentando imponer a la ciencia como inaccesible para los mortales y donde parece que la ciencia ficción se quiere reducir a un documental del que se pierde rápidamente el interés y porque hay demasiados fundamentos técnicos de la Matrix con un lenguaje científico innecesario.

Porque también abusa de las luchas coreografiadas, que ya quedaron fuera de tiempo, que, a diferencia de la película original, ya no sorprenden a nadie, y se repite casi como único recurso a las múltiples balas detenidas por la mano del protagonista.

Porque los reemplazos de los otros personajes principales de la saga, por actores más jóvenes, presentan fallidas versiones. Uno es el caso de Morfeo, ahora interpretado por Yahya Abdul-Mateen II y antes por Laurence Fishburne y el agente Smith, compuesto por Jonathan Groff, que aún es más notorio lo lejos que está de Hugo Weaving en la versión original.